Lo iNViSiBLe eS eSeNciaL a LoS oJoS.

Por aquellos tiempos, no me importaba permanecer sentada en el banco del parque de la esquina de mi casa empapándome hasta la médula por si el muy gggggilip se dignaba a hacer acto de presencia. Pero con el tiempo vas aprendiendo que de nada sirve estar sentada esperando nada, pues la nada no tiene patas y no anda.Y por supuesto no va a ir a buscarte.

Y yo allí sentada, con el pelo más enredado que el del perro de mi vecina cuando se revuelca por los charcos, pensando, "a ver si le ha pasado algo y por eso no viene, se ha pillado un dedo con la puerta, se le ha caído el radiocasé en la bañera, se ha desorientao y no encuentra el parque..."

Y es que por aquel entonces no teníamos el móvil como ahora para avisar, ya te dabas cuenta tú misma cuando pillabas la pulmonía y te pasabas dos semanas en cama:

- Pero hija, se puede saber qué has estado haciendo para venir empapada?

- Nada mamá, que he estado ensayando "cantando bajo la lluvia" para la obra de teatro del instituto

-Anda, tómate el iniston antitusivo

- Antitu queee¿?A mi dame una aspirina infantil que ya se me pasa

Conforme van pasando los años y vas dejando la inocencia atrás (jaja) alcanzando la madurez (?¿?¿?¿¿) decides no volver a coger una pulmonía sentada en un parque.Lo que haces es esperar directamente en la barra de una cafetería totalmente sola empanada con las luces de las máquinas tragaperras.La próxima vez que quede con alguien del sexo opuesto:

- te espero diez minutos y ni uno más

- allí estaré puntual (será sargenta la tía)

Y claro, es que una tiene sus traumas infantiles, esos que no se ven, pero que están ahí, esenciales para tu desarrollo como persona,invisibles para los ojos,dañinos para tu corazón.